MÓDULO 4
La política económica en el corto y largo plazo
LA MACROECONOMÍA. INTRODUCCIÓN.
4. La política económica en el corto y largo plazo
4.1- El dinero y la estabilidad monetaria
Bibliografía básica: Mankiw,
G. (1998), Principios de economía. Cap. 27. (pp. 377-388).
4.1.1. Funciones del dinero
La costumbre social de utilizar dinero para realizar
transacciones es extraordinariamente útil en una gran y compleja sociedad.
El trueque, es decir, intercambio de un bien o servicio por
otro, para conseguir las cosas que necesitamos, era lo que se realizaba en épocas en donde no
existía otro bien económico o artículo que fuera aceptado por todo el mundo a
cambio de bienes y servicios.
Una economía que se basa en trueque tiene problemas
para asignar sus recursos escasos.
En
una economía de ese tipo, se dice que
el comercio
exige la doble coincidencia de deseos, es decir, la improbabilidad
de que dos personas tengan un bien o un
servicio que otra quiera.
La existencia del dinero facilita el comercio. Una
persona adquiere bienes o servicios “pagando con dinero” porque sabe que otras
personas harán lo mismo con él.
Esa convención permite que el comercio sea indirecto.
El dinero al fluir de un miembro a otro de la economía,
facilita la producción y el comercio y permite así que cada persona se
especialice en lo que mejor hace y eleva
el nivel de vida de todo el mundo.
En este capítulo examinamos los efectos a largo plazo
de las variaciones de la cantidad de dinero.
Si quisiéramos definir qué es el dinero, podemos
imaginar que el multimillonario Bill Gates tiene mucho dinero, sabemos que eso
significa que es tan rico que puede
comprar todo lo que desee. En este sentido, el término dinero se utiliza
para referirse a la riqueza.
Para los economistas el tema es más específico: el dinero es el conjunto
de activos de la economía que utilizan los individuos normalmente para comprar
bienes y servicios a otras personas.
El efectivo que llevamos en el monedero es dinero
porque podemos utilizarlo para almorzar en un restaurante o para comprar una camisa
en una tienda de ropa.
En cambio si fuéramos propietarios de la mayor parte de Microsoft Corporation,
como Bill Gates, seríamos ricos, pero este activo no se considera dinero. No podríamos
comprar almuerzo o una camisa con esta riqueza sin obtener primero algún efectivo.
Según la definición del economista, el dinero sólo incluye los pocos tipos de riqueza que son
aceptados normalmente por los vendedores a cambio de bienes y servicios.
Todos conocen claramente para qué sirve el dinero, sin
embargo se abordarán aquí sus funciones en términos técnicos.
1.
En primer
lugar, se dice que el dinero es un
medio de cambio, lo que significa que se puede entregar a cambio de
bienes en una transacción comercial.
Es importante pensar
los problemas que soluciona en relación con el trueque directo entre dos
bienes.
2.
Una segunda función es la de constituirse en unidad de cuenta, esto es, ser unidad de medida en
la fijación de precios de todos los bienes y servicios, así como de
la valuación de activos y pasivos, en definitiva, permite expresar en una misma
unidad los valores de bienes de muy diferente naturaleza que no serían
comparables y/o agregables entre sí.
3.
La tercer
función que tiene es la de ser depósito de valor,
lo cual permite que los recursos que se generan en un determinado momento, pueden
ser utilizados en otro momento, en el futuro.
4.
Una propiedad
fundamental del dinero es la liquidez,
que justamente da cuenta de la facilidad con que puede intercambiarse un bien
por otro.
Considerando sus funciones y el deseo de los
individuos por tener activos más líquidos en relación a los que no lo son, los
sujetos deciden la tenencia de dinero que mantendrán frente a otros activos.
Los
cambios en el nivel general de precios afectan la capacidad del dinero de ser
un depósito de valor satisfactorio, lo
que se conoce como pérdida de valor.
Como
medio de pago, actualmente podemos
referirnos al dinero en efectivo (billetes y monedas en poder del público) y a
los depósitos a la vista (depósitos en cuentas bancarias de disponibilidad para
realizar pagos cancelatorios, como las cuentas corrientes a través de cheques o
cajas de ahorro, a través de tarjetas de débito).
Cuando los individuos deciden en qué forma van a tener
su riqueza, tienen que sopesar la liquidez de cada uno de los posibles activos
y su utilidad como depósito de valor. El dinero es el activo más líquido, pero
dista de ser perfecto como depósito de valor.
Cuando suben los precios, su valor disminuye. En otras
palabras, cuando los bienes y servicios se encarecen, podemos comprar menos
cosas con cada billete que llevamos en el monedero.
Esta relación entre el nivel de precios y el valor del
dinero resultará importante para comprender cómo afecta el dinero a la economía.
LOS TIPOS DE DINERO
Cuando el dinero adopta la forma de una mercancía que
tiene un valor intrínseco significa que el artículo tendría valor incluso
aunque no se utilizara como dinero. Ejemplo el oro. Cuando una economía utiliza
oro como dinero (o dinero papel que es convertible en oro a la vista), se dice
que se rige por un patrón oro.
Dinero
mercancía: dinero que adopta la forma
de mercancía que tiene un valor intrínseco. es
aquella clase de dinero cuyo valor fundamentalmente proviene del bien del cual
se compone. El dinero mercancía consiste en bienes u objetos que tienen valor
por sí mismos, además del valor de cambio al ser utilizado como moneda.
Ejemplos de bienes que han sido utilizados como medio
de intercambio, fueron por ejemplo el oro, la plata, el cobre, la pimienta, la
sal (de donde viene la palabra salario), piedras gigantes (como las piedras
rai), cinturones decorados, conchas, alcohol, cigarrillos, cannabis, caramelos,
cebada, detergente para la ropa... Estos artículos eran en ocasiones utilizados
como medida en relación con otros, en varias economías de valoraciones de
bienes o sistemas de precios
Dinero
fiduciario: es el dinero que carece de valor intrínseco, lo cual
significa simplemente que se establece como dinero por decreto gubernamental.
Es aquel basado en el crédito y la confianza
presente y futura que inspira a la población simplemente por haber sido
declarado dinero por el Estado y por la valoración de la autoridad monetaria
que lo emite, que goza de la confianza de los usuarios que lo aceptan. Es
decir, que no se respalda por metales preciosos ni nada que no sea una promesa
de pago por parte de la entidad emisora Es el modelo monetario que manejamos
actualmente en el mundo, y es el del dólar estadounidense, el euro y todas las
otras monedas de reserva. Las monedas y billetes fiduciarios no basan su valor
en la existencia de una contrapartida en oro, plata o cualquier otro metal
noble o valores, ni en su valor intrínseco, sino simplemente en su declaración
como dinero por el Estado y también en el crédito y la confianza (la fe en su
futura aceptación) que inspira. Sin esta declaración, la moneda no tendría
ningún valor: el dinero fiduciario sería entonces tan poco valioso como el
pedazo de papel en el que está impreso.
Un billete actual es una clara representación de
dinero fiduciario, por cuanto objetivamente considerado carece de valor. Su
valoración viene dada por la autoridad monetaria que lo emitió, que goza de
confianza entre los sujetos que la aceptan.
Diferencias entre "dinero
mercancía" y "dinero fiduciario
El
dinero mercancía se distingue del dinero fiduciario, que es un certificado que puede ser intercambiado
por su mercancía subyacente. Una característica clave del dinero mercancía es
que su valor es percibido directamente por los usuarios de dicho dinero,
quienes reconocen la utilidad (o belleza) del dinero del mismo modo que
reconocen el valor de la propia mercancía. En otras palabras, el efecto de
poseer una moneda por cierta cantidad de oro, resulta económicamente
equivalente a poseer físicamente dicha cantidad de oro.
Dado que el pago por mercancía proporciona bienes y
servicios útiles, el dinero mercancía es en cierta forma similar al trueque,
pero es fácilmente distinguible de éste, al poseer una única unidad reconocida
de intercambio.
El dinero en las economías modernas
El dinero que circula en la economía ejerce una
poderosa influencia en muchas variables económicas.
Si tuviéramos que explicar qué es el dinero, tendríamos
en cuenta que el activo más evidente que habría que incluir es el efectivo, es
decir, los billetes y las monedas que hay en
manos del público. El efectivo es claramente el medio de cambio más aceptado en
nuestra economía. No cabe duda de que forma parte de la cantidad de dinero.
El efectivo no es el único activo que podemos utilizar
para comprar bienes y servicios. Muchas tiendas aceptan cheques personales.
La riqueza que tenemos en nuestras corrientes es casi
tan cómoda para comprar cosas como la que llevamos en el monedero. Por lo tanto
para medir la cantidad de dinero, podemos incluir los depósitos a las vista,
que son los saldos de las cuentas
bancarias a los que pueden acceder los depositantes a la vista extendiendo
simplemente un cheque.
Las tarjetas de crédito,
las tarjetas de débito y el dinero:
Las tarjetas de crédito se excluyen de entre las
magnitudes que permiten medir la cantidad de dinero.
La razón se halla en que en realidad no son un método
de pago, sino un modo de pago diferido.
Cuando compramos una comida con una tarjeta de crédito,
el banco que la emite paga el restaurante la cantidad debida. Más tarde,
tenemos que devolver la deuda al banco (quizá con intereses). Cuando llega el
momento de pagar la factura de la tarjeta de crédito, probablemente la pagamos extendiendo
un cheque contra nuestra cuenta corriente. El saldo de esta cuenta corriente
forma parte de la cantidad de dinero de la economía.
Las tarjetas de crédito son muy diferentes a las tarjetas de débito,
que retiran fondos automáticamente de una cuenta bancaria para pagar los artículos
comprados.
En lugar de permitir al usuario posponer el pago de
una compra, le permiten acceder inmediatamente a los depósitos de una cuenta
bancaria. En este sentido, se parecen más a un cheque que a una tarjeta de crédito.
Los saldos de las cuentas que respaldan
las tarjetas de débito se incluyen en las medidas de la cantidad de dinero.
Aunque no se considera que las tarjetas de crédito son
una clase de dinero, son importantes para analizar el sistema monetario.
Las personas que tienen tarjetas de crédito pueden
pagar muchas de sus facturas de una vez a final de mes, en lugar de
pagarlas cada vez que realizan sus
compras. Por lo tanto, las personas que tienen tarjeta de crédito tienen,
probablemente menos dinero, en promedio, que las que no tienen tarjetas. Por
consiguiente, la introducción de las tarjetas de crédito puede reducir la
cantidad de dinero que deciden tener los individuos.
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